La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su preocupación por las demandas que se acumulan contra la periodista Carmen Aristegui a raíz de la investigación sobre la “Casa Blanca”.
La periodista enfrenta una demanda por daño moral por el prólogo del libro “La Casa Blanca de Enrique Peña Nieto”, por el cual se le exige una indemnización millonaria y que el texto no sea aludido en ninguna entrevista.
Además, la demanda exige a la editorial Penguin Random House que retire de circulación los ejemplares no vendidos y que remueva el prólogo de próximas ediciones.
“Quiero manifestar una preocupación por la demanda vinculada a este episodio que viene investigando la periodista, por el efecto amedrentador que tiene en la periodista, y porque además esté acompañado por un pedido de censura y supresión de contenido”, expresó en entrevista el Relator Edison Lanza.
“Preocupa que se solicite que se suprima un capítulo del libro. Es algo bastante inédito porque cualquier orden de censura o de suprimir contenido está prohibida por la Convención (Americana sobre Derechos Humanos)”.
Las demandas contra Aristegui la enfrentan a una sanción desproporcionada, agregó, que mandará un mensaje desalentador a otros periodistas que investigan temas similares.
El Relator afirmó que faltan mecanismos para proteger a la periodista.
“La investigación aportó información de altísima relevancia, al punto que el Presidente pidió disculpas por esta situación, y la persona que investigó ha perdido un espacio importante en el periodismo y ha sufrido varias demandas”, apuntó,
“El Poder Judicial tiene una obligación de proteger las libertades y garantizar el ejercicio de derechos fundamentales. El Poder Judicial, cuando en un conflicto entre particulares, tiene que dirimir, pero también tener en cuenta la perspectiva de la libertad de expresión”.