La organización PEN International y escritores y miembros de la Red de Intercambio Internacional por la Libertad de Expresión (IFEX, por sus siglas en inglés), entre ellos Homero Aridjis, Mario Vargas Llosa, Lydia Cacho y Ariel Dorfman, demandaron a todos los Estados miembros y observadores permanentes de la Organización de Estados Americanos (OEA) reconsiderar su apoyo financiero a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En una carta abierta se manifestaron consternados por la grave crisis financiera que enfrenta la CIDH y el impacto devastador que eso podría tener en lo concerniente a los derechos en las Américas, incluida la libertad de expresión.
“Hacemos un llamado a todos los Estados miembros y observadores permanentes de la OEA, así como otros donadores, para que el apoyo financiero adicional a disposición de la CIDH sea tratado como una cuestión de urgencia”, destaca la misiva.
Asimismo, precisa que el 23 de mayo pasado la CIDH informó que los graves problemas financieros han obligado a cancelar sus sesiones de julio y octubre y todos los viajes previstos para este año, y si la nueva financiación no puede ser asegurada a mediados de junio, dará lugar a la no renovación del 40% de los contratos de su personal (31 empleados de un equipo de 78).
“Teniendo en cuenta que la CIDH está ya desbordada y lucha por reducir el registro de los casos, estos recortes tendrán un efecto muy perjudicial sobre la capacidad del cuerpo para llevar a cabo su trabajo, ahora y en el futuro”, señalan los firmantes Jennifer Clement, Margaret Atwood, Gloria Guardia, Gioconda Belli, Andrew Solomon, Luisa Valenzuela, Carmen Boullosa, Álvaro Enrigue y Laura Esquivel, además de los arriba señalados.
El documento precisa que la CIDH desempeña un papel vital en la promoción y protección de los derechos de las personas en las Américas, y su Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, establecida en 1997, “ha sido esencial para dar apoyo a las víctimas y para facilitar recursos, asesorar a los Estados miembros, y mantener al mundo informado acerca de la libertad de expresión y la libertad de prensa y los abusos y los avances en la región”.
Pese a ello, apunta, en los últimos años ha sufrido una caída significativa en la financiación por parte de los Estados miembros y de los observadores permanentes, de acuerdo con la Alianza de América Latina y el Caribe de IFEX (IFEX-ALC).
“Existe una profunda discrepancia entre el mandato que los Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos […] le han asignado a la [Comisión Interamericana de Derechos Humanos], y los recursos financieros que le otorgan,” dijo el organismo en un comunicado de prensa reciente.
“El presupuesto regular de la CIDH para el año en curso no alcanza los cinco millones de dólares, o sea menos de cinco milésimas de dólar ($0.005) por habitante”, puntualizó.
Según la CIDH, esto es sólo el 6% del presupuesto total de la OEA —mientras que el Consejo de Europa destina el 41.5% de su presupuesto para la promoción y protección de los derechos humanos.
“Esperamos que ayuden a la CIDH a seguir defendiendo los derechos humanos en las Américas”, señalan en su carta los integrantes de PEN International y escritores y miembros de IFEX.