El Economista. Nicolás A. Lucas
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) puso a disposición del público la consulta con la que invita a opinar sobre el destino de 148 canales de televisión digital aún disponibles en México entre las bandas de UHF y VHF, y con una vigencia de concesión de 20 años más periodos renovables.
El regulador propone una licitación de señales por separado y deja en manos de los interesados la conformación de cadenas nacionales o regionales de TV, además de que cierra la puerta a Grupo Televisa, TV Azteca y a Cadenatres en ciertas ciudades para que nuevos actores entren al mercado de la televisión mexicana, haciéndola más plural y nutriéndola de nuevas propuestas de negocios y contenidos.
Los 148 canales todavía libres abarcan 123 zonas de cobertura, en 25 de las cuales existen dos canales disponibles calificados por la dependencia como homogéneos. Todos los canales tienen un distinto precio de salida y garantía de seriedad que se modifica según la demanda que despierten entre los competidores. Y un interesado podrá competir por uno y hasta por 123 canales, aunque con 28 de ellos es posible configurar una cadena nacional de televisión.
“Se busca que se pueda tener la mayor flexibilidad en la conformación de los planes de negocio, de manera de que sea el licitante el que pueda hacer su propia cadena local, regional o inclusive nacional. Nosotros no somos valuadores de riesgos. Si alguien estima, por ejemplo, tener un canal en México, Guadalajara y Monterrey y otro piensa que es mejor tener una zona en el noreste del país, que lo intente”, explicó en una plática con reporteros el director de la Unidad de Espectro Radioeléctrico del IFT, Alejandro Navarrete.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones quiere evitar un escenario en el que se declare desierto el proceso, como lo que ocurrió con la subasta del 2015 en la que Grupo Radio Centro dejó pasar la oportunidad de volver a la TV, 45 años después de su primer intento.
Para la que será la sexta licitación del IFT en sus tres años de vida, el regulador lanza ahora una consulta pública -como no ocurrió en la pasada licitación por el mandato constitucional de lanzar en 180 días esa licitación de TV, hecho que presionó entonces los tiempos del regulador- para que la industria, la academia y el público en general lo apoyen en cómo debe adjudicar esas señales, la que, por cierto, se concursará en un buen tramo a distancia, a través de Internet.
Tentativamente, la convocatoria y bases de la licitación serán presentadas por el IFT el 3 de octubre del 2016, pero será hasta el 29 de mayo del 2017 cuando los competidores presenten sus ofertas por los canales de su interés y más tarde, el 11 de agosto de ese año también, cuando se conozca a los ganadores del proceso y el número de canales que hayan ganado. El proceso, entonces, habrá concluido tres años después de que el regulador arrancó con su primera licitación de TV digital, en septiembre del 2014, y también se empatará con la licitación de 257 estaciones de radio en AM y FM próxima a iniciar.
El modelo de adjudicación que el IFT analiza emplear es el de Mecanismo de Reloj de Precio Ascendente con el que fijará precios distintos a cada canal por factores como alcance de cobertura en kilómetros radiados o tamaño de mercado, de ahí que una señal ofrezca un precio base desde 10,000 pesos, y otras de hasta más de 20 millones de pesos y una garantía de seriedad de hasta 200 millones de pesos, como el caso de los dos canales que, por ejemplo, se licitarán en la Ciudad de México, Guadalajara o Monterrey.
“El modelo de mecanismo de reloj de puntos ascendentes bien llevado puede llegar a representar un mayor ingreso para el Estado, dado que se pueden obtener ofertas más altas, además de que por la presentación de ofertas simultáneas dentro de un cierto periodo de tiempo, con la posibilidad de una ronda de desempate, a diferencia del sobre cerrado, hacen más difícil que los participantes incurran en colusión”, comentó Bertha Ordaz, experta en regulación y telecomunicación en el despacho Jones Day.
Al respecto de la pluralidad, el regulador evitará que concesionarios que ya cuentan con anchos de banda de 6 Megahertz en varias localidades puedan competir por más canales en esas mismas plazas, por lo cual, abre la posibilidad de que MVS Comunicaciones o Grupo Radio Centro, que abiertamente han manifestado su interés por entrar a la TV abierta de la Ciudad de México, puedan competir por una señal en dichos mercados.
Por tanto, Televisa y TV Azteca podrán competir por más canales donde no cuenten con cobertura: “Sólo en los lugares donde no tenga presencia puede participar (Grupo Televisa), al igual que TV Azteca”, aseguró Alejandro Navarrete. Este hecho no frena el interés por más señales de TV, dijo el funcionario, pues “no son menos de 15 grupos distintos” los que han intentado llegar a la televisión vía estos canales disponibles.
Los canales a licitarse se reparten entre los anchos de banda que van de 174 a los 216 MHz para la banda de VHF y de los 470 a los 608 MHz para la banda de UHF. Las concesiones tienen vigencia de 20 años prorrogables y quienes se hagan con su operación entrarán a competir por un mercado nacional valuado en cerca de 4,000 millones de dólares anuales, y es la Ciudad de México la que capta más de un tercio de las inversiones publicitarias en televisión en todo el país.
Grupo Imagen fue el participante ganador de una de las dos cadenas de TV que se licitaron entre el segundo semestre del 2014 y el primer trimestre del 2015. En marzo del año pasado pagó 1,808 millones de pesos por 123 frecuencias, mientras que otro paquete con igual número de señales está en la línea de salida para adjudicarse. El tiempo que tarde en adjudicarse supondrá un reto para sus tenedores ante la competencia de nuevos plataformas y los viejos operadores de TV.
“Esta licitación llega tardíamente. Partiendo de esta base, cualquier periodo de tiempo adicional que se emplee para tomar una decisión y posteriormente para que se dé inicio a la operación de los canales respectivos, pesa aún más. En este contexto uno de los riesgos que pueden presentarse es que los avances tecnológicos y la diversificación de medios disponibles para la venta de espacios publicitarios, entre otras cosas, resten atractivo a los canales a licitarse, o bien hagan necesario plantear modificaciones a los planes de negocios originalmente considerados”, estimó Bertha Ordaz, experta en telecomunicación del despacho Jones Day.
Pero también esta puede ser una oportunidad para nuevos actores que por décadas han intentado ingresar al negocio de la televisión abierta, principalmente al del Valle de México donde a la fecha transmiten una veintena de canales digitales.
“Si bien por su función social, gratuidad y penetración la televisión abierta es un medio que debe continuar existiendo, actualmente enfrenta retos significativos ante el advenimiento de nuevas tecnologías y plataformas, por ejemplo los OTTs.
La viabilidad de largo plazo de un medio de esta naturaleza tiene que estar apuntalada por la utilización de tecnologías y plataformas convergentes y complementarias, que no sólo coexistan sino que sea accesibles, así como de contenidos atractivos, dinámicos, versátiles e interactivos, entre otras características”, dijo Bertha Ordaz, de Jones Day, y añadió:
En este sentido, “Grupo Radio Centro, MVS y cualquier otro interesado, tienen el desafío de estructurar un modelo de negocios que responda a los retos tecnológicos, de audiencia y contenidos que la realidad plantea. En todo caso, la densidad poblacional de la Ciudad de México y la zona metropolitana, siempre puede resultar atractivo para un negocio de esta naturaleza”.