15 de septiembre de 2011
Lamentable condescendencia del Tribunal Electoral con el capricho de las televisoras
Al revocar el Reglamento de Radio y Televisión del Instituto Federal Electoral, los magistrados que conforman el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ofrecieron una escandalosa muestra de sumisión al poder de la radio y la televisión. No podemos calificar de otra manera la decisión unánime y sin argumentos sólidos que tomó ese organismo la noche del miércoles 14 de septiembre.
El Reglamento, aprobado el 27 de junio por el Instituto Federal Electoral, había sido fuertemente impugnado por los principales consorcios de televisión y radio porque reducía el plazo que puede existir entre la entrega y la transmisión de spots de campaña electoral a los concesionarios y permisionarios de radiodifusión. El plazo sería de dos días hábiles cuando los spots fuesen entregados en el domicilio de cada radiodifusora o televisora y de tres días cuando fuesen enviados por vía electrónica.
Los concesionarios objetaron tales plazos, alegando que no tienen capacidad técnica para incorporar spots dentro de su programación con esa anticipación. Sin embargo, en diversas ocasiones han requerido de solamente un día, o incluso pocas horas, para difundir un spot, sobre todo cuando hay una remuneración financiera de por medio.
Los plazos establecidos por el IFE pretenden dar mayor agilidad a la propaganda electoral y reconocer el derecho de los partidos políticos a fijar posiciones políticas con oportunidad. La decisión del Tribunal debería ser impugnada por los partidos mismos. Lamentablemente, algunos de ellos formaron fila junto con los concesionarios en las quejas de inconstitucionalidad presentadas ante el TEPJF.
Lo que incomoda a los grupos mediáticos no es el plazo para insertar spots, sino la obligatoriedad para difundir propaganda electoral en los tiempos de los cuales dispone el Estado en cada estación de radio y televisión. La instauración de la gratuidad en la propaganda electoral suscitó la rebelión de los concesionarios en contra del Senado de la República y de los grupos parlamentarios que promovieron hace cuatro años la reforma constitucional de la cual forma parte esa obligación. La Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión mantiene la beligerancia que sus integrantes más notorios mostraron al enfrentar a los partidos en septiembre de 2007.
El Tribunal Electoral consideró que el Reglamento era ilegal porque el Instituto Federal Electoral no consultó a los concesionarios ni ofreció estudios técnicos para establecer los nuevos plazos.
El Reglamento de Radio y Televisión del IFE se ocupa de otros temas, entre ellos las facilidades que deberían recibir las radiodifusoras comunitarias para cumplir con la obligación de difundir los spots de campañas electorales. La cancelación de ese Reglamento también afecta derechos y reivindicaciones de esas radios comunitarias, las cuales cuentan con el permiso para operar frecuencias.
Rechazamos el descuido, la ausencia de argumentación consistente y la carencia de miras que ha indicado esa decisión del Tribunal Federal Electoral. Más allá de peculiaridades técnicas y jurídicas, esa resolución manifiesta nuevamente una inaceptable rendición de los magistrados a la influencia de los concesionarios, particularmente de las televisoras. La responsabilidad que tendrán en el proceso electoral que está por iniciarse, exige que los magistrados del TEPJF piensen más en los intereses del país y un poco menos en los escasos minutos de fama mediática que les ofrecen las televisoras.
El Instituto Federal Electoral tiene la posibilidad de restablecer el Reglamento, después de convocar a una consulta entre todos los interesados en este asunto. En ese foro podrían contrastarse las falsedades de grupos como Televisa y Televisión Azteca con pruebas y experiencias sólidas. La Asociación Mexicana de Derecho a la Información solicita desde ahora, ante el Instituto Federal Electoral, ser incluida en esa consulta. Tendremos mucho interés para enfrentar, con argumentos y evidencias, las mentiras de las televisoras que lamentablemente el TEPJF ha consagrado al condescender con esos grupos de poder.
Aleida Calleja
Presidenta
Alberto Aziz Nassif
Coordinador del Consejo Consultivo