La Comisión Temporal del voto de los mexicanos en el exterior del INE inició ayer el análisis de las vías para, por primera vez, recibir sufragios por internet en las elecciones presidenciales y de senadores en 2018.
El consejero presidente de la Comisión, Enrique Andrade, dijo que hay interés de los connacionales en el extranjero de tener la posibilidad de votar vía electrónica, pero primero se recorrerá una ruta crítica, que incluye auditar el mecanismo antes de avalarlo.
“Tenemos que asegurar que sea un proyecto viable técnica y legalmente”, dijo. De ser así, en agosto de 2017 el Instituto Nacional Electoral (INE) podría autorizar su aplicación para el proceso de 2018.
El arranque de toda la ruta será decidido en octubre y antes de que concluya el año se tendría que licitar a la empresa que desarrollaría el sistema o firmar el convenio de colaboración.
Señaló que el cronograma prevé contratación de personal en octubre y noviembre; primera etapa, de diciembre 2016 a abril de 2017 para desarrollar el mecanismo; de marzo a agosto de 2017 la auditoria inicial de una empresa y de septiembre de 2017 a mayo de 2018 el dictamen final de auditoria.
Andrade recordó que de acuerdo al régimen transitorio de la reforma electoral se ordenó al INE auditar el mecanismo antes de determinar su viabilidad. En caso contrario, la ley también prevé que pueda haber otras modalidades de voto de los mexicanos residentes en el extranjero, ya sea por correo, entrega de la boleta en forma personal en módulos en las embajadas o consulados, o vía electrónica.
La Comisión Temporal del INE se instaló ayer y conoció el Informe Ejecutivo de la Unidad Técnica de Servicios de Informática sobre el proyecto Voto Electrónico para Mexicanos Residentes en el Extranjero, según el cual “se identifica como viable el uso de internet para los sistemas de votación”, con lo que se eliminaría la urna electrónica. Las etapas que tendría la solución tecnológica para el voto por internet serían cuatro: registro del votante; revisar su autenticidad, la emisión del voto y el conteo de éstos.
“El proceso propuesto garantiza la secrecía del voto mediante la implementación de métodos que desvinculan al votante de su voto”, señaló.